martes, julio 08, 2008

Adrenalina

Y ahí estás. Normalmente te daría mucho, mucho sueño y tendrías ganas de ir a vegetar, pero llega el golpe de adrenalina --y de repente todos los sentidos están despiertos y simplemente no puedes. Has tomado conciencia de la situación.

El corazón comienza a latir más rápido, y la presión se vuelve insoportable. Hay que tomar una decisión, y hay que tomarla ya.

Decides ceder, con el temor que todo salga mal. En estos casos es una exageración, un pequeño error es lo peor que podría pasar, pero la aceleración hace que pierdas la perspectiva y de repente cualquier minucia se vuelve monumental.

Pero no importa, ya has decidido. Tienes el impulso inicial, y eso va a ser necesario para mantenerte a flote.

Las dudas y los temores de pronto desaparecen, te sientes todopoderoso, y nada puede detenerte. De repente sientes otro golpe de adrenalina, la confianza se incrementa y te dices que ya no hay marcha atrás. ¡Cómo va a haber marcha atrás, si ya has dado muchos pasos!

Entonces el golpe de adrenalina deja de ser un golpe, se vuelve un estado duradero --y que va en aumento. Justo te das cuenta de eso cuando sientes que ya no se podrá superar la energía que tienes, estás a punto de explotar. A punto...

Y de repente despiertas, sofocado, dándote cuenta que fue un sueño, y te maldices porque eso no te va a pasar. Careces de ese motivo, de ese detonante que hace sacar tu potencial.

Hasta que lo tienes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No mamés cabron ponte atrabajar s l q deberias acer buskt 1trabajo
y dejate d mamads ya stas grandy dejate d mamads ya stas grand

Unknown dijo...

Jajaja. "S l q". Excelente, jajaja.