jueves, abril 30, 2009

Los últimas cinco horas de Benedicto Córdoba (o La Broma del destino)

En su cuarto, a oscuras, Benedicto se preguntó por qué le dolía tanto el cuello. Desde el día anterior se había dado cuenta de esa sensación de incomodidad, pero no le había dado demasiada importancia; ahora el dolor era más o menos intenso, pero como era sólo cuando volteaba, no le daba aún la importancia suficiente. En efecto, Benedicto tenía en su mano la foto que tanto trabajo le había costado conseguir, y que era lo que ocupaba su mente: la foto de Agustina Torrecampo.

Benedicto se había esforzado mucho por obtener las atenciones de Agustina, sin éxito al parecer. Sabía que no le desagradaba a Agustina, pero no parecía gustarle tampoco. Sus amigos le decían: "Benedicto, ¿no estás exagerando? Está bien que te guste una chica, pero no es como para que trates de llamar su atención de esa manera". Su mejor amigo, Beltrán, era el único que lo apoyaba --en realidad lo que hacía era simplemente dejarlo ser, pues ya conocía cuán apasionado era.

Eran las cinco de la mañana, y Benedicto tenía planeado por fin declarar su afecto a Agustina. En cuanto tuviera un rato a solas con ella, le diría sus intenciones y esperaría la respuesta, buena o mala. La anticipación estaba acabando con su alma: "¿Dirá que sí? ¿Dirá que no? ¡Seguro dirá que no! Pero... ¿y si sí?" pensaba el pobre Benedicto. No sabía que la respuesta a su pregunta sería su perdición.

Se tomó dos horas para arreglarse y desayunar, después salió de su casa con la determinación que sólo una descarga de adrenalina (o epinefrina, según recordaba de una película) puede darte. Benedicto esperaba el momento indicado: "No sólo debo verla a solas, ¡también tenemos que tener varios minutos a solas!".

Por fin, a las 9:50 de la mañana, Benedicto logró verse a solas con Agustina, aunque él hubiera deseado que fuera mucho antes: dos horas y media de actividades aburridas hubieran sido mucho mejores sabiendo que ella le quería; claro que hubieran sido infernales sabiendo que ella no le quería, pero Benedicto de repente había tenido mucha confianza en un resultado positivo.

"Agustina, quería decirte algo", empezó Benedicto; durante nueve largos minutos vació su corazón frente a la mujer de sus sueños, mientras ella le miraba con sorpresa. Al terminar su pequeño discurso, Benedicto guardó silencio en espera de una respuesta de Agustina, apenas conteniendo las ganas de abrazarla. Por fin, Agustina le contestó a Benedicto, confesándole que ella lo había querido desde hacía algún tiempo también; esta la declaración y la respuesta animaron a la pareja a abrazarse para festejar su afecto, y ese abrazo fue el fin de Benedicto.

El dolor en su cuello, que había hecho a un lado por centrarse más en su declaración, era por un pequeño problema con las vértebras en su cuello, un problema en realidad sencillo de arreglar con el tratamiento adecuado. Sin embargo, como todos sabemos, la vida está llena de accidentes y el abrazo fue el que propició que Benedicto muriera.

Murió en los brazos de su amada, al menos. Menuda broma del destino.

***

Órale. Me gusta cómo quedó muy amateurish y chafa esta narración. Ja, ¿cuántas veces sale la palabra "Benedicto"? :P.

Lo que es andar de buenas.

EDIT: Voy a tener que revivir a Benedicto. Su nombre está chido... lo voy a usar para más historias (si hago más :P)

EDIT: Changos, me comí una oración del primer párrafo :P, le puse "y que era lo que ocupaba su mente".

lunes, abril 27, 2009

Mates

Es muy curioso cómo las personas que no han estudiado algo en particular se hacen ideas sobre las actividades que desempeñan las personas que estudian dichas cosas en particular.

Por ejemplo, si a mí me preguntan qué hace un ingeniero (digamos alguien del poli) y que conteste con una palabra y sin pensar, diría "reparar". Sé que en las ingenierías estudian muchas cosas y hay además una gran variedad de actividades profesionales que pueden desempeñar, pero esa idea la tengo muy arraigada.

Si me lo preguntan bien de "¿qué idea tienes de lo que sabe un ingeniero (p.ej. en sistemas) recién salido de su escuela?" ya diría que sabe programar, sabe paradigmas de programación, manejo de sistemas computacionales, incluso cosas de redes... cosas que saben los que leen Slashdot, principalmente :P. Y pues es una respuesta que creo dejaría moderadamente satisfecho a un ingeniero. Digo, "paradigmas de programación" se escucha apantallador, aunque básicamente signifique saber programar de distintas maneras (paradigmas :P). Cabe recalcar que digo eso sin saber si en verdad eso existe en sus programas de estudios... sólo sé eso porque le he preguntado a "inges".

Pero usualmente no pensamos tan bien las respuestas o simplemente carecemos de la información y nos quedamos con nuestras ideas y nos conformamos con decir, en ese caso particular, "pues cosas de computadoras" (he preguntado a gente en la calle. En serio) . Pero fíjense que tampoco se escucha tan gacho. Digo, seguro un ingeniero de esos va a resoplar mientras hace una cara de desaprobación por todo el esfuerzo que no le toman en cuenta, pero al menos en efecto son cosas de computadoras.

Ahora, si le preguntamos a alguien qué debería saber un licenciado -seguro ya están pensando en una respuesta-, la mayoría de las personas van a asumir que o es licenciado en derecho, o en administración. Ahí empiezo mal, porque la carrera que estudié es una licenciatura (en física y matemáticas). Si les aclaro "ah, un licenciado en física y matemáticas" como que abren un poco más los ojos por la pomposidad del título, pero de todas maneras responden: "pues están con los numeritos ¿no? Puro hacer cuentas". (Noten aquí el comentario implícito de "no importa aquí si se es ingeniero o licenciado en algo --aunque se supone que hay diferencia en el enfoque... pero nadie le hace caso)

Chale.

Es aquí donde yo sonrío porque lo cierto es que no nos la pasamos haciendo cuentas, claro, pero las personas tienen esa idea. Las personas que no saben lo que se hace al estudiar mates y que además no han estudiado muchas mates pues... no saben y contestan "puras cuentas", y personas -como los mencionados ingenieros- que han estudiado matemáticas un poco más en general se imaginan que "pues puras ecuaciones ¿no?"

Eeeee chequen el poder de la educación a nivel superior: ya no son cuentas, son ecuaciones.

(Jajaja, perdón, sé que es de mal gusto escribir así de gente que no sabe de lo que habla, pero es moderadamente divertido... a veces me sale el imbécil que traigo adentro).

A lo que quiero llegar es que las demostraciones (que es lo que principalmente se hace en matemáticas, al menos cuando son "puras" en el sentido de que no involucran muchas computadoras) por alguna razón nomás no se ven. Es como... no sé... no puedo explicarme aún el por qué. Recuerdo que en la secundaria se ven "demostraciones" muuuuy rudimentarias de algunos teoremas en libros, pero no sé por qué no siguen viendo eso. Eso de las demostraciones a mí me parece muy bien por ejemplo verlo en la secundaria, de manera ligera claro, para acostumbrar a los pequeños a seguir líneas de razonamiento.

De hecho tampoco sé si los ingenieros deberían, reglamentariamente, ver demostraciones. Sólo sé que son rarísimos los que pueden hacerlas.

En fin, no digo que todos deberíamos saber demostrar, o que todos deberían saber muchas mates. Sólo digo que me parece curioso cómo nos hacemos ideas sobre otras actividades yde paso desahogo mi neurosis.

Yo recuerdo que sieeeempre odié hacer cuentas. De hecho en la carrera aborrecía cuando ponían exámenes con números (las multiplicaciones de matrices son de las peores cosas). Prefiero bastante más la parte de probar proposiciones o fabricar ejemplos. En la secundaria me enteré -gracias a unos cuentos- de que se podían "probar" cosas; no entendía el concepto bien aún, pero me gustaba formar silogismos y cosas así. Podría decirse que fue ahí donde le agarré gusto a las matemáticas.

domingo, abril 26, 2009

La Winnie

Hace unos días se murió la Winnie. La Winnie era... pues... podría decirse que más que una mascota era una parte fundamental en nuestra dinámica familiar. Era una de esas "French Poodle Mini Toy" (o como se diga, así me dijeron que se llamaba, su raza no importaba... mucho, porque el que fuera de tamaño reducido sin duda era conveniente :P).

Estuvo con nosotros 16 años, más o menos, y se suponía que cuando nos la regalaron no estaba tan chiquita, así que vivió un laaargo tiempo, en términos de perros.

Quizá es porque no estuve ahí y ví su cadáver, o porque llevo ya casi 6 años viviendo en el defectuoso, pero su muerte ya no la lamenté tanto. Pero, aunque ya todos veíamos venir su muerte, sí saca un poco de onda el saber que ya no va a estar ahí para cuando quieras molestarla, o que no esté pidiendo comida cuando algo que estés comiendo se le antoje.

Dejo esta imagen como tributo --su presentación se debe principalmente a mi intoxicación por tomar tanto néctar de durazno durante el día:

Espero que no me espante tu fantasma cuando vaya a Coatza, Winnie

lunes, abril 20, 2009

BWV 971

Mis gustos musicales han tenido una gran influencia de los gustos de mis padres --esto no quiere decir que tengamos los mismos gustos: aborrezco en general la salsa y a ellos les gusta, por ejemplo.

El ser influido por ellos en mi caso es una gran ventaja, ya que mis padres escuchaban mucha música de géneros muy distintos y por la exposición a ella fui conociendo muchas canciones distintas y todo, agarrándoles gusto a algunas de ellas de paso --por ejemplo, mi semifanatismo con los Beatles se debió en parte a la exposición temprana que tuve a su música.

En una de esas mis papás compraron un disco que tenía un señor con una peluca dando un saltito y con una de esas "keytars" (que quién sabe cómo se llaman) que decía "Bachbusters", y eran unas piezas con nombres rariiiísimos que por lo visto eran interpretadas por un tal Don Dorsey... aunque creo que tenía algo que ver un tal J.S. Bach -obviamente a esa edad no tenía ni idea de quién era Bach ni su trabajo ni nada.

Las rolas de ese disco se escuchaban chidas, así como música medio ochentera o algo así, y había una en particular que me gustaba: un tal Italian Concerto - Presto.

Quiero hacer énfasis en que deberían hacer esos discos más legibles para gente normal o que no tiene mucho conocimiento de música clásica: ¿Cómo puedes decir qué canción del disco te gustó si no tienes idea de cómo fregados se llama? Digo ¿era el Italian Concerto? ¿o era Presto nada más? ¿o cómo? Así pos no.

Pero bueno, el chiste es que esa melodía me gustaba mucho. Era de esas que podía escuchar una y otra y otra vez. Hasta hace poco, unos dos años o algo así, fue que escuché en piano ese concierto (son tres cachos: empieza en Moderato, luego en Andante y por último en Presto... aunque en otro lado leí que era Allegro Vivace... pos chinguesu, yo lo conocí como Presto :P).

Y pos no la hagan está CHIDIIIIÍSSSSIMO el méndigo concierto, requiere un poco de paciencia quizá la parte de en medio pero está chida también. Mi parte favorita sigue siendo la última, desde los primeros cuatro segundos (en serio, se escucha chida ese cachito... como que dijo Bach: "¿con que ya me quieren bajar del stage, sonsos? ¡Ahí les va este rolón!") hasta que termina.

No sé... a veces me gustaría saber mejor sobre metáforas y eso para poder decir cuán chida está esa parte del concierto. Está MUY chida. MUY. CHIDA.

Tons a ver, en resumen la cosa está así: El concierto se llama Concierto Italiano, y tiene tres cachos (creo que el nombre técnico es movimiento, y además pueden variar dependiendo del intérprete): Moderato, Andante y Presto. El cacho que me gustaba era el Presto.

Los trabajos de Bach están metidos en una especie de catálogo para ñoños llamado Bach-Werke-Verzeichnis (catálogo de las obras de Bach, pero en alemán más o menos) y vienen... pues... sus trabajos numerados ahí. El número en el BWV de este concierto es el 971 (este número engloba los 3 movimientos del concierto).

Y ya que ando en esto también quiero hacer manifiesto mi gusto por los Conciertos de Brandenburgo. N'ombre la pura vida con esos conciertos. Nunca me he podido decidir entre el 3 y el 5. A veces incluso cuando estoy de buenas el 2 como que también se quiere poner delante de los demás, esas trompetitas se oyen chido :P. Creo que de todos el que menos he escuchado es el 1.

Además de estos están cosas más o menos famosonas de Bach, como la Toccata y Fuga(BWV 565) y la Badinerie de la Suite #2 de Bach (BWV 1067)... y... no me acuerdo qué tiene más de famoso :P... ah, una de sus invenciones en particular es muy famosa: la Invención #8 (BWV 779, de esta hasta hay un video de Paul Gilbert donde la toca, en youtube está el video).

Esa Suite Orquestral #2 está chida también.

En fin... si hay alguien leyendo esto: conozcan la música de Bach y pónganle atención (a la música, el señor ya se murió) por favor, es muy interesante y además se oye muy bien.

sábado, abril 11, 2009

Ñoñismo completo

Chequen chequen:

Tú me haces lo que las sucesiones de Cauchy a los espacios métricos: me completas.

Awwwwww.

(Para mi microbita :P)

miércoles, abril 01, 2009

Ojos

Fíjense, qué curioso es el hecho de que, en caricaturas animadas, si los párpados se cierran hacia arriba evocan un sentimiento distinto que el que evocan si se cierran para abajo. ¿Por qué será?

Los japoneses abusan de este fenómeno, en mi opinión. Un ejemplo muy bueno (que no es de caricaturas japonesas) aparece en los Simpson, específicamente en el capítulo en el que Milhouse se enamora.

En ese capítulo simultáneamente Homero amplía drásticamente su vocabulario. Es muy vaciado (esto me recuerda que tengo un borrador de hace tiempo que tengo que publicar... luego). En fin, el chiste es que hay una parte donde Homero está viendo un comercial de chocolate con dulce encima y se reclina en el sillón y cierra sus párpados para arriba. Muy interesante. Más interesante es que Homero en una parte no puede encontrar el adminículo... de metal... para... el alimento, jajajaja.

Pero les digo que los japoneses se pasan con eso de los ojitos.

¡Mefisto los diezme!