jueves, mayo 31, 2007

CU

No tengo nada en contra de la gente gorda. En serio, nada de nada. Me esfuerzo por ser una buena persona y no prejuzgarlos. Nomás que a veces no me sale.

Hoy (más bien ayer) fui a CU. Me levanté como al mediodía con muy buenos ánimos para ir a pedir informes sobre las maestrías de allá. Mi personalidad es de esas de que me gusta tener toda la información y todo, sin dar lugar a dudas o malos entendidos (las pocas veces que no lo he hecho los resultados han sido desastrosos... aunque seguro sólo es mala suerte), así que para mí no hay nada como ir personalmente a una escuela y pedir la información necesaria. Sobre todo si es algo considerablemente importante como esto.

En fin, salí de mi casa y pos ya llegué al metro. Ahí fue donde cometí mi primer estúpido error: bajarme en Garibaldi sabiendo muy bien que debí bajarme en Guerrero. No hay demasiada ciencia detrás de esto, señores, te bajas en Guerrero y de ahí a Universidad. Tan simple como eso.

Pero no, me bajé en Garibaldi. Y no sólo eso, llegué hasta el andén y todo, pero cuando el tren ya venía me cayó el veinte y me dije a mí mismo: "mí mismo, estás pero si bieeeen pendejo".

Deprimido por mi estupidez, recobré el buen camino y por fin llegué a la línea que me correspondía. Por la hora, presumiblemente, el vagón estaba lleno y pos ya ni modo, parado un chingo de estaciones (toda la línea menos cinco).

Pero después una señora se bajó y el tipo que estaba al lado del lugar no se quiso sentar, así que aproveché y me senté. Tenía que estar atento porque era uno de esos lugares de la esquina y esos están reservados para viejitos, preñadas o gente enferma -aunque no tenía letrero, pero pos se me hace medio absurdo no darle el lugar a alguien que veo que lo necesita. Todo iba bien, yo iba en mi onda y todo cuando se sube una señora...

No era cualquier tipo de señora. No señor, era una de esas totémicas cuyos brazos eran 4 veces los míos. No no no, estaba mal esa mujer. He aquí un diagrama sobre cómo era:

Diagrama de la señora


En estos casos mi cerebro rápidamente activa un mecanismo para que no comience a despotricar mentalmente en contra de estas personas así de "pinche cerda" o "cómo puedes tragar tanto maldita sea". En lugar de eso pienso que a)no es mi problema y que b)quizá tienen problemas con alguna glándula.

Decidí ignorar a la gorda (así le diré de ahora en adelante) y seguir en mi onda. Después ví que un niño de unos 9 años se subió detrás de ella y le iba hablando. Asumí que era su hijo. Justo cuando comenzaba a pensar de nuevo en mis cosas sentí una mirada penetrante y cuando volteo ¿adivinen quién me estaba echando una mirada asesina? Así es: la gorda. La gorda me estaba viendo con ojos furiosos, presumiblemente porque no me había levantado y dado el lugar. Sus ojitos me miraron fijamente, y decidí que ya había estado bien. Ya. No iba a tolerar que alguien -especialmente alguien así me echara esa mirada que mezclaba enojo, desprecio y repulsión. Yo también hice mi mirada asesina y eso fue suficiente para que la desviara. Al menos por el momento.

Ahora que lo veo para atrás, creo que exageré mucho en mi reacción. Digo, igual y la señora en el momento en que me vió se acordó de algo que la molestó y por eso hizo esa cara. O quizá esa es su cara de alegría o su cara seria. O quizá el asiento lo quería para su hijo. O algo. Sí, debí haber sido más cortés y haberle dicho algo así como "Señora, por mucha grasa que usted tenga, estoy convencido de que sus extremidades inferiores podrán soportarla. Tenga un buen día :-)", pero bueno, ya será para la próxima.

Para la siguiente estación de la que se subió, se bajó la persona que ocupaba el asiento que tenía enfrente. No lo he mencionado, pero el niño que les dije tenía tos. Estaba tose y tose el chamaco. Tanto que consideré la posibilidad de darle el lugar, siendo interrumpido por el fulano que se bajó. "¡Qué suerte!", pensé, "no voy a tener que pararme, el niño va a descansar, y todos salimos ganando :D"

No. Mal, mi ingenuo Aldo, la señora se sentó. El niño nomás la siguió y... no sé exactamente cuál es la posición que asumió. No puedo decir que era sentado (no podía por la... complexión de la señora), más bien estaba algo así como sobre la señora. Estuvo medio raro.

La señora -protegida parcialmente por su presunto hijo- comenzó a echarme más miradas satánicas desde su asiento; me miraba, la miraba, y volteaba. Y otra vez. Y otra.
Me estaba poniendo auténticamente incómodo por las miradas incriminadoras de la señora cuando decidió bajarse en Copilco. Hasta recuerdo el nombre de la pinche estación en la que se bajó.

Aaah perdón, olvidé un detalle: una señora ya más grande se subió en una de esas estaciones. Yo pensé en darle el lugar pero había lugares inmediatos que ella podía tomar, así que supuse que -si era su intención- podría sentarse. Pero esto no fue suficiente para la gorda. Si de por sí me echaba miradas asesinas, esto las encendió más. Estuvo cabrón eso.

Bueno, prometo no escribir nada más sobre gordos en esta entradad a partir de ahora.

Ala vérrrrtebra, todavía no llego a CU y ya escribí un chingo.

Total que llegué a Universidad y ahí estaba el Hidber esperándome (increíblemente llegué a tiempo... en mi reloj, en el de él iba siete minutos tarde o algo así). Y ya de ahí nos fuimos a la facultad de ciencias y todo tranquilo.

Fuimos preguntando para poder llegar a donde íbamos a pedir los informes y de paso poniéndonos tristes por lo chiquito que está FM, hasta que eventualmente llegamos a la oficina donde estaban. Había llegado el momento de cosechar el esfuerzo de haber viajado dos pinches horas y por fin enterarme de fechas, plan de estudios y detallitos así. Lo que pasó fue más o menos lo siguiente:

- Buenas tardes, disculpe: ¿podría darnos información sobre los programas de maestrías?
- La convocatoria ya está cerrada. Primer descontón.
- Sí, bueno... de todas maneras, nos gustaría saber los planes de estudio y las opciones que hay.
- Puedes checarlo en la página de internet. Eso me lo imaginé, vine para los detallitos que no se dicen en la pinche página
- Sí, bueno... ¿no los tiene impresos o --
- No. Señora en otro escritorio le dice que sí A ver si tengo unos aquí.
- Me da un pinche folletito que dice prácticamente nada "Gracias".

Y ya. Para eso hice mi pinche travesía de dos horas y cacho. Para que me dieran un pinche papelito que no me dió información que no supiera. Para terminar en esta basura escribí mi pinche obra épica sobre mis aventuras en el metro. Qué mamadas.

lunes, mayo 28, 2007

Tolerancia

¿Ustedes cómo entienden eso?

Hace rato me puse a pensar muy fuerte en qué pienso yo cuando leo o escucho esa palabra, pero nomás no pude ponerlo en palabras. Para variar, acabé buscándola en el diccionario, a ver qué habían pensado gentes más versadas que yo (espero), y encontré una que se parece a lo que tenía en mente: "Permitir algo que no se tiene por lícito, sin aprobarlo expresamente". Las otras tenían la palabra "respeto", la cual quizá nos metería en más problemas.

El chiste es que hay personas que se azotan si les dijera algo así como "tolero tus creencias". Contestarían algo así como "Uuuuuuy pues chingasatumadre, ni que necesitara tu aprobación", supongo.

Mi punto es que la tolerancia no es algo que uno tenga que decir, sino que es algo que uno nomás hace. Quizá por eso me cuesta tanto trabajo ponerlo en palabras.

O quizá es que es la una y media de la mañana y necesito dormir.

domingo, mayo 20, 2007

Biblioteca

Hoy recordé por qué casi nunca -desde que fui una vez a unos cursos en una biblioteca de Coatzacoalcos, y con la excepción de los primeros dos semestres en la carrera cuando quería ser responsable- me registro para sacar libros en bibliotecas.

(A veces se presentan dificultades: un libro medio rebuscado no lo tienen profesores, o no lo tienen compañeros, pero casi siempre no tengo necesidad de pedirle a alguien que me saque un libro... pero ese es otro asunto)

Estaba plácidamente hoy en la Biblioteca de México (o Ciudadela, aunque no sé cuál es correcto) cuando me dió curiosidad saber si tenían el segundo volumen de una obra que estuve leyendo y que se llama Logical Number Theory, de Craig Smorynski (si alguien lo tiene y sabe cómo conseguirlo sin que incurra en esfuerzos considerables de mi parte, dígame por favor :P). Fue en ese momento cuando tuvo lugar -más o menos- este diálogo:

- ¿Será que aquí tengan el libro de Smorynski?
- No sé, yo creo que sí.
- Humm... ¿Cómo puedo saber si lo tienen aquí?
- Aaahh pues muy fácil: sales y ahí donde estaban las cajitas buscas las--
- Uuuh. Ya me acordé por qué nunca me doy de alta en bibliotecas.

Hay otras bibliotecas que están más modernizadas (en FM podemos buscar en un catálogo por computadora, pero aún así hay que anotar un numerito en un papel y meterse a buscar el papelito... todo un relajo), pero siento que todavía no llegan a mi sueño guajiro de ver el libro en el catálogo y clic que se materialice el libro al lado tuyo. Tampoco quiero que nomás pensando ya se aparezca el libro enfrente... aunque estaría chido.

Ya medio se puede hacer eso imprimiendo cachitos del libro desde el catálogo. Pero pos soy mamón y quiero mi pinche libro al lado :P

martes, mayo 15, 2007

Miedo

Yo soy una nena cuando se trata de cosas sobrenaturales (como fantasmas, apariciones y etc.).

He analizado bastante a fondo por qué me espantan tanto. He encontrado bastantes teorías y todo, pero aún así el miedo persiste cuando me quedo sugestionado por una película o una historia que me hayan contado.

Y pues, vamos a ver qué onda con esto de los fantasmas ¿sale?

Primero: ¿cómo es que los fantasmas pueden mover cosas?. Mi pregunta tiene una motivación física: si un ente puede mover objetos y afectar equipo eléctrico -como suelen mostrarlos- entonces debe sacar energía de algún lado, de acuerdo a la teoría que se conoce no puede nomás manufacturarla de la nada de manera perceptible. Esto puede tener varias salidas, o el fantasma en verdad genera energía "gratis" (¡excelente!), o transforma energía que hay en energía para mover los objetos y eso (también excelente, así podríamos investigar algo que parece bastante barato).

Otra es cómo le hacen para atravesar paredes y todo. Si nomás son "energía", es más fácil de explicar este fenómeno. Pero plantea una nueva pregunta: ¿Cómo coordinan la energía? Es como en nuestro cerebro, pero la diferencia es que nosotros tenemos que comer, dormir e ir a calabacear, y no mencionan a veces este tipo de fenómenos en los fantasmas (excepto cuando absorben almas y ese tipo de jaladas, lo que me remite a la primera pregunta). Si no son nomás "energía" ¿qué? ¿se aguadan y pasan por los poritos de las paredes y puertas y ventanas y loqueseaquehayaenmedio? ¿se teletransportan?

No mamen, como que tienen demasiadas ventajas.

Por otro lado, y esto tiene un corte menos serio, ¿a los fantasmas de las películas no les dará miedo o preocupación que las personas que matan eventualmente se vuelvan fantasmas y les den guerra? Esta pregunta se me ocurrió desde la preparatoria o algo así. Algún día le voy a escribir a alguien que haga historias de fantasmas y a ver qué contesta.

El chiste es que las películas de terror me dejan todo acelerado y luego a la hora de dormir ahí estoy todo sugestionado y pos me quedo con el ojo pelón. Cuando era más chico y vivía en Coatza me iba a dormir con alguno de mis hermanos (tan nena era), pero ahora que estuve aquí en México y me quedo solo durante días y veo cosas de terror tengo que improvisar.

Por otro lado, soy difícil de espantar así de "¡BU!" (cientos de horas jugando Wolfenstein, Blood y Doom logran eso con facilidad). Estamos en las películas de sustos y sale el pinche espectro o lo que sea de madrazo en la pantalla y la gente "Aaaayyyyyy"; si la escena fue muuuuy bien ambientada entonces lo más que he llegado a hacer ha sido algo así como un brinquito. Pero pos normalmente me quedo con cara de "Chaaale".

En los juegos es mucho, mucho más fácil que me espante (FEAR sólo espantó en una vez y la expansión en 3 lugares más o menos, con estas cifras se pueden dar una idea de qué tan espantable soy... si saben de juegos); principalmente porque juego solo y como a las dos de la mañana. Puntos extra si se va la luz mientras estás jugando -éso, ÉSO, sí es de los sustos más cabrones que me han dado. No son de "¡BU!", sino como que te agarra un poquito de pánico porque estás todo sugestionado (y solo, para acabarla de fregar). Bendito sea mi DS.

lunes, mayo 14, 2007

Maestro

Acabo de tener una Epifanía:

A las personas, independientemente de su estrato intelectual, les vale si alguien o no cimenta sus argumentos en algo lógico siempre y cuando no "pierdan" en los argumentos. Yo antes -ingenuamente y mal acostumbrado por lo que he visto en foros de ciencia y todo eso- pensaba que alguien con suficiente preparación y desarrollo intelectual podría entender lo que le dijera basado en argumentos lógicos (entiéndase que aquí abuso de la palabra "lógicos") pero veo que no. Por lo visto existe una función entre qué tanto alguien está dispuesto a aceptar la validez de sus argumentos, y qué tanto no está dispuesto a "perder" el argumento.

Ahora, he sido muy vago en eso de "perder", así que merece una clarificación: Cuando digo que no quieren "perder", me refiero a que empiezan un argumento -que al menos parece- lógico y que después cuando ven que no es consistente con las observaciones efectuadas hasta el momento, comienzan a divagar y a tratar de evitar el bochorno que les provoca darse cuenta de que acaban de decir una sandez (no voy a especular por qué hacen eso, aunque seguramente es una cuestión de autoestima).

Hay que decir las cosas como son, cuando alguien está ensalzado en una conversación con alguien como yo más le vale tener algo en qué sustentar sus argumentos. Algo por lo general de más valor que "porque yo quiero". Normalmente los juicios de esas personas tienden a decaer por este tipo de "razones" en sus argumentos. Pero esto que acabo de mencionar es más bien un criterio personal para discriminar observaciones que sean medianamente aceptables de las que son fruto de sus propias frustraciones.

Por supuesto, como en todo, hay excepciones y es bueno siempre tomar en cuenta observaciones por absurdas que parezcan (como que no se vale despreciar todo todo todo sin darle una evaluación primero... aunque es tentador).

Normalmente las personas que no toman en cuenta argumentos lógicos tratan de llevar al extremo dichos argumentos -como para mostrar qué tan ridículos son- pero muchas veces lo hacen con tan poco ingenio que lo que acaban haciendo es invalidar (o como se escriba) su propio ejemplo.

Quizá, si tuvieran suficiente talento, podrían hacerlo de tal manera que fuera consecuente con sus argumentos. Pero no me he encontrado con alguien así.

Seguiré buscando a quien en verdad pueda hablarme así. Te sigo buscando, Maestro.

sábado, mayo 12, 2007

Intro

Cuando escribí lo de la saliva, no mencioné un detalle muy importante: cómo es que descubro el que estoy babeando, o que estoy privado o algo así.

Normalmente tengo música puesta en la computadora (por ejemplo, ahorita tengo el Piano concerto #2 de Chopin); esto es porque necesito algún ruido ambiental para comenzar a realizar alguna actividad, ya cuando estoy inmerso en ella no es necesario (ese es el punto, como veremos).

Entonces, normalmente tengo música. Normalmente rock, de hecho. Es así que tengo música, comienzo a jugar o a leer o algo y está sonando una rola... por alguna razón me desconcentro de mi actividad y ¡pum! Ya va a terminar otra rola.

No es tanto que no las escuche, sino que no estoy completamente consciente de ellas. Hay veces que estoy moviendo la pierna al ritmo de la música, pero no sé cuál es la que está sonando. Ahorita me pasó -y es por lo que estoy escribiendo eso- y decidí plasmar esto antes de que se me olvide. De nuevo.

Estaba leyendo un libro y la rola que estaba sonando era una de Blind Melon. El libro es bastante ameno. Decido suspender la lectura y ya está el piano en friega. Chale.

miércoles, mayo 09, 2007

¿Ya ves?

Por eso no me gusta hacer ejercicio. Ora había aguantado más de una semana haciendo ejercicio, y sin enfermarme de la panza ni nada.

Y que me da osteocondritis. Nada grave o letal, pero pos tuve que suspender esa onda.

Mal, mal.

(No comiencen a regañarme con que "no calientas" o "no sabes hacerlo bien", porque tenía mi instructora ; )