miércoles, julio 14, 2010

El niño que corrió detrás del camión

Como paréntesis, esta entrada es la número 392 de las entradas publicadas en el refrigerio. Sé que a nadie le importa eso, pero luego se me va la onda y quiero poner algo vaciado para la 400, jaja.

El otro día (como muchos más, me temo) iba yo caminando hacia el lugar en el que abordo el camión para ir al poli, cuando -faltándome unos 6 metros para llegar- ví que el camión pasaba, dejándome atrás para continuar con su viaje rumbo al poli.

Pffff.

Esto es bastante molesto. Muy, muy molesto. No, no, me irrita mucho. Y me irrita más porque la mayor parte de las veces yo estoy sobre la hora y si se me va el camión újule, 5 minutos más de tardanza.

Pero, aunque vaya temprano, siempre saca un poco de quicio que te dejen ahí atrás por una pequeña falta de sincronía. Y tampoco me gusta intentar alcanzar el camión o gritarle o chiflarle (principalmente porque no sé chiflar fuerte).

En fin, cuando me pasó eso (por enésima vez), me acordé de algo que pasó cuando iba en la secundaria:

Un día yo iba en un camión a mi casa, volviendo de la escuela, cuando un niño de unos 10 años con una mochilota tamaño caguama le hizo la señal al chofer de que se detuviera para que pudiera abordar el vehículo (el niño, no el chofer, jeje).

Aunque el pobre niño no ocupaba tanto volumen como para no caber en el camión, el chofer decidió ignorar a este infortunado individuo, siguiendo su camino a pesar de que el niño agitó un poco su brazo para tratar de llamar la atención del chofer.

Ahora, bien pudo ser que el chofer de verdad no vió al niño, pero pos bueno.

Nada satisfecho con la situación, el niño hizo algo que impresionaría a todos los pasajeros del camión. Pero primero tengo que explicar más o menos cómo estaba el asunto con este camioncito:


Lo rojo representa la trayectoria del camión (chequen que tiene orientación y todo; está parametrizado el asunto :P), el punto verde representa la posición del niño donde el chofer decidió ignorarlo. El rectángulo de mayor área representa, como mínimo, dos manzanas.

Quizá el niño tenía un diagrama así en su cabeza, en el que juzgó mal la distancia y se le hizo razonable seguir la siguiente trayectoria:


Ustedes, como personas razonables que son, podrían pensar "¿qué tiene? No parece ser tanto", y no los culpo, pues mi error ha sido no decirles que eso verde representa al menos 100 metros. De nuevo, parece ser algo no tan descabellado, pero quiero hacer énfasis en lo siguiente:

  • 100 metros con una mochilota tamaño caguama.
  • 100 metros para alcanzar un camión.
  • 100 metros para alcanzar un camión.

Es decir, este pobre niño tuvo que correr a toda velocidad para alcanzar un camión cargando una mochilísima casi tan grande como él en un terreno bastaaante irregular y con una inclinación no despreciable (en su contra). Si esas no son ganas de alcanzar un camión, tons no sé qué cosa califica.

Hasta la fecha especulo por qué tenía tanto interés el niño. Quizá iba tarde a su casa. Quizá traía un collar explosivo que explotaría si se alejaba mucho del camión. Quién sabe.

Lo chido del asunto fue que el niño llegó a la esquina indicada antes que el camión, y de hecho con unos segundos de ventaja. Todos los que lo vimos nos quedamos impresionados, como lo mencioné.

Lo malo del asunto fue que el chofer decidió ignorarlo una segunda vez. Todavía recuerdo cómo el niño inclinó su cabeza, aceptando su derrota...

... y posiblemente esperando a que explotara su collar.