Cuando era chico, en la primaria, yo me acercaba al típico cerebrito del salón: iba bien, participaba en clase, iba a concursos, era "respetuoso", etc.
Por el hecho de salir bien, varias veces me hicieron abanderado en la escolta (en los homenajes, que no sé por qué razón se empeñan en hacerlos si crean una aversión hacia los símbolos patrios, pero eso lo discutiré luego). En una de esas ocasiones, estaba parado esperando a que llevaran la bandera y me la dieran para efectuar el recorrido usual; lo que yo no recordaba -andaba en la lela- era que había que saludar a la bandera (o sea ponerte la mano a la altura del pecho, ya saben).
Como no lo hacía, alguien -un profesor, me parece- me dijo algo que iba más o menos así:
- Aldo, saluda a la bandera.
- ¿eh?
- Saluda a la bandera.
- ¿Saluda a la bandera?
- Salúdala, ándale que ya vamos a empezar.
- Buenos días.
Séeeeee.... así estuvo eso.
Ríanse.
4 comentarios:
Es una respuesta típica de un nerdiano. Ríome estrepitoso. :D
Nah! No es cierto!
A mi me paso varias veces algo similar: en sexto de primaria apenas podía sostener la bandera, le di un banderazo en la cara a la chica que comandaba la escolta. En segundo de secundaria yo daba el juramento a la bandera, una vez hice el saludo desde el principio en vez de a partir del "te prometemos". Ningún profesor me lo dijo jamás pero nunca me volvieron a pasar a mi a decirlo, santo remedio.
jajajaja, que chingon.
yo igual recuerdo haber estado en la escolta, pero era uno de esos niños gordos nerds que los profes de educacion fisica odian, porque los niños gordos nerds odiamos educacion fisica.. el problema surge cuando el profe de educacion fisica es el que entrena a la escolta. me la pase mal un rato, ya despues medio mejoro la cosa.
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