No me gusta poner títulos en inglés, pero esta vez era imperativo (porque me familiaricé con la idea por la canción con ese título); cuando estás en un camino tan largo, sin saber dónde va a terminar, no puedes evitar sentirte a la merced de la pista y -al final- nadie va a caminar por tí.
Estás recorriendo el camino --quizá no de manera óptima, pero saber la manera óptima es, en efecto, imposible. La improvisación es fundamental; una estructura vaga subyacente, sin embargo, brinda bastantes ventajas.
Te esfuerzas y te esfuerzas, pero dos cosas son las ciertas: por más que te esfuerces, siempre te vas a poder esforzar más, y por más que te esfuerces nunca será suficiente.
¿Suficiente para qué?
Parece que vas llegando a la meta, va apareciendo a lo lejos. Te cansas, respiras hondo y sigues. Te lastimas, pero respiras hondo y sigues. Te distraes, pierdes tus objetivos, pero respiras hondo y sigues. Cosas se ponen deliberadamente en tu contra, pero respiras hondo y sigues.
De repente, te cansas de nuevo y respiras hondo, pero es tu último respiro y ya no sigues. Ya se acabó el camino para tí, y no puedes seguir como otras personas; pero en ese momento te das cuenta -triste consuelo quizá- que el camino no era la vida, el recorrerlo era la vida.
4 comentarios:
¡Órale! Esta entrada me impresionó un poco, es bastante profunda.
Es como otra faceta de tí. Me agrada.
Jajaja, gracias por decir que siempre soy superficial :P
bueno, que no siempre hables de cosas de "la vida" no implica que seas superficial. las matematicas no son superficiales... bueno, no tanto
jajajaja, bromeo.
Jajajajaja ya me iba a ofender :P
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