sábado, agosto 18, 2007

EBA

Ah... quizá les parezca triste, pero hace unos días me fui a dormir con una sensación muy agradable, como si hubiera hecho algo verdaderamente chido... porque me acabé un juego.

Como cuando te gusta una chava y por fin se rinde a tu persuasión (suponiendo que en verdad la quieres, no que nada más te la quieres tirar). Quizá no es muy buena mi analogía porque tiene connotaciones sexuales y pueden distraerles de lo que quiero expresar.

El chiste es que durante unos días estuve jugando EBA, que es uno de esos juegos de ritmo (es en el Nintendo DS, por lo que le pegas a cosas con la plumita esa que trae). Al principio me iba muy mal, pero le agarré la onda y seguí practicando.

Eventualmente conseguí terminar el juego en normal y en difícil. Después de ahí viene la categoría muy difícil, que se parece a la difícil pero con los botoncitos esos para apretar al revés y con menos tiempo de reacción. Igual de a poquitos fui avanzando (ya no tan lento como antes, ahora sí podía más o menos rápido), hasta que me topé con la última canción.

Estuve como tres pinches días intentando pasar la última canción, que supera con creces a todas las demás en dificultad, en mi opinión. Lo bueno es que no está tan chafa como otras, y no se hizo tan tedioso. Por fin, el último día estuve como dos o tres horas intentándole hasta que pude ¡hasta que pude! Ahhh... y como ya eran como las tres de la mañana me fui a acostar, feliz como menciono.

No se dejen engañar: el hecho de que es un juego tiene poco que ver con mi complacencia. Lo que ilustra esta situación es que muchas cosas, no importa cuán difíciles o en apariencia imposibles, con práctica y constancia pueden ser realizadas.

La observación personal es que debería tener la misma determinación para las cosas que no son juegos, pero el mensaje que quiero transmitir trasciende esa particularidad, y es útil recordarlo cuando uno está por tirar la toalla. Todo está en querer, normalmente.

2 comentarios:

carlos dijo...

yo hace poco volví a jugar con mi ruquísimo disco de Metal Gear Solid Integral para play uno, donde vienen unas VR missions mamonsísimas. Está de la verga porque aunque lo completes al 99 por ciento todavía tienes que terminar los discos de historia a nivel superpendejo para acceder al nivel del Ninja, que se dice que era la verga de las vergas.

(Capté el pedo profundo del post, pero tuve que recordar mis chingaderas juegueriles más recientes)

Unknown dijo...

Jajaja, un día de estos lo voy a completar todo en el más difícil. Nunca tengo suficiente de ese juego. Mi favorito (aunque ahorita está peleado con el God Of War).