Siempre ponerme en orillas, barandales, y lugares de ese tipo me provoca un horror ligero pero no necesariamente despreciable. Muchas veces el tan sólo ver a alguien estar cerca de barandales en lugares altos igual me deja sin aliento. Verdaderamente desesperante.
En este caso yo diría que, más que tenerle miedo a las alturas, le tengo miedo a las profundidades, jajaja.
Aunque a veeeeces sí me da cosa estar al pie de estructuras elevadas, tampoco puedo negarlo.
Una vez que fuimos a Hierve el Agua, cuando era pequeño, mi hermano menor se aproximó al mero borde y n'ombre, casi me da el patatús cardíaco, no manches. Curiosamente, no tengo recuerdos de eventos anteriores similares a ese.
A ver qué día me toca ya superar dicho temor.
1 comentario:
y si se avienta en paracaidas para perder el miedo? jejejeje ¬¬' ok no...
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