viernes, julio 29, 2011

Grassmann el incomprendido

Qué mala onda que el trabajo de Grassmann no haya sido reconocido en su momento. Supongo que inventar el álgebra lineal moderna es demasiado a veces. Resulta que su tratado sobre "teoría de extensiones lineales" fue ignorado y de hecho hasta medio mal visto por gente de cachete como Kummer. Qué mal purrún.

Lo que se me hace también interesante de Hermann Grassmann es que no se limitó nada más a trabajar en matemáticas, sino que trabajó en la historia de algunas lenguas, y de hecho hasta tiene una ley, la llamada Ley de Grassmann que... uh... supongo que habla sobre alguna característica de ciertas lenguas indoeuropeas... mi conocimiento en lingüística se me ha ido olvidando con el tiempo. En la página de la wikipedia sobre la ley vienen unos ejemplos en griego de la ley, y sólo asentí con mi cabeza mientras cambiaba de pestaña a mi porno la entrada.

Y es que algunas de las cosas que hizo Grassmann son bastante curiosas. Digo, hoy día a un chavito de primer semestre de carrera le puedes platicar la definición de un espacio vectorial y no hay mayor problema (de hecho en este blog puse unas tres entradas sobre ellos -que de hecho nunca completé la serie que tenía planeada... algún día :P). Pero en sus tiempos no había un lenguaje adecuado para todo este asunto y de hecho se quejaban de que era demasiado oscuro su planteamiento.

Sí, como si las matemáticas no fueran en absoluto oscuras en su planteamiento formal.

Su replanteamiento de las matemáticas se encuentra en internet para leer libremente. Como sé prácticamente nada de alemán, tuve que buscar una traducción al inglés. Esta traducción, sorprendentemente, no es tan ilegible como había anticipado, y esto es muy probablemente debido al hecho de que no es exactamente una traducción, sino es básicamente un remix de la (segunda) versión del trabajo de Grassmann donde dice "pfff aquí tienen los espacios vectoriales, de nada".

Bastante interesante lectura. Puntos extra por haber traído al mundo los productos exteriores.

jueves, julio 28, 2011

Atravesado

Recientemente,  y sin querer,  me le atravesé a una señora que iba a salir del metro. En mi defensa, era en la mañana y yo había dormido solo un par de horas, por lo que no me fijé antes de pasar por el torniquete del metro si alguien quería usarlo antes :-p

Pero esto me hizo recordar las veces que otras personas me han agandallado igual así en la calle. En estos casos, es raro que me ponga de malas nomás porque alguien se me atravesó, porque casi siempre ni siquiera le pongo atención a eso, jajaja.

Cuando sí le pongo atención, trato de contenerme. No siempre me sale, sin embargo, y a veces pongo mi carota tipo "FUUUUU..." cuando alguien se me atraviesa. Suele suceder cuando llevo bastante prisa o cuando ya voy de malas por alguna otra razón.

Este asunto de ocupar bastante más seguido el metro es interesante. Estaba tan acostumbrado a mi camioncito que el metro lo veía como algo que a veeeces era necesario usar, pero que no se había integrado tanto a mi rutina. Ahora, n'ombre, estoy comenzando a apreciar las bondades y maldades del metro más.

Por ejemplo, una de las principales razones por las que prefería mi camioncito era porque no necesitaba transbordar (aunque después eso mutó a que tenía que bajarme y terminar mi trayecto a la escuela en metro y luego a pie, pero bueno). Pero ahora que me chuto casi todo el camino en metro, de alguna manera los transbordos se me antojan más... naturales, para el desplazamiento en la ciudad.

Ayuda bastante que muchas veces no voy solo, pero incluso cuando viajo solo de alguna manera ya me hice a la idea de ir parado todo el camino, de no quedarme dormido en el trayecto, de tener que subir y bajar escaleras en los transbordos, etc.
Es estimulante para mi cerebro. Aunque ya me hice a la idea la novedad de esta ruta todavía no se acaba por lo que se estimula mi cerebro cada mañana.

Esta entrada, ahora que la leo, no tiene chiste. Pero bueno, tengo que aprovechar ahora que tengo ganas de escribir mis tonteras.

sábado, julio 23, 2011

Prueba, prueba.

A falta de la libretita que siempre olvido comprar, esta onda. Aunque le falta el toque artístico y medio romántico de nomás estar con la libretita, y un lápiz desgastado, anotando curiosidades en la calle esperando a que alguien te golpee por nomás estar de orate rayando.

Aunque ciertamente me disgusta un poco la idea de que, como tampoco voy a poder tipear tanto, nomás voy a poner cosas que consistan de un par de oraciones a lo mucho. Para eso está twitter o facebook o google+ :-p

Como en los Simpsons

Pos esta ya se la debía a Ivet desde hace muuucho tiempo, jaja:

"Este ojo lo perdí en Haití, estaba tomando un MaiTai y olvidé quitarle la sombrillita"

¿Ven cómo todo el mundo hoy día usa ese emoticono de "¬¬" (que representa nuestro rostro cuando... bueno ustedes saben)? Yo me enteré de esa expresión facial por primera vez al ver a estos agentes entrenar al Señor Thompson:


La última por esta ocasión: esta NO es la manera adecuada de responder si tu esposa está perdiendo el cabello:

- ¿Pero no te impresionas?
- Ay cómo crees que me voy a--¡¡AAAAHHH!!

Jajaja.

viernes, julio 22, 2011

El lento

A veces me pasa esto:

Comienzo una conversación con alguien. Todo normal, todo tranquilo, no hay ningún problema, cuando de repente se toca algún tema en el que tengo una opinión algo fuerte y la otra persona tiene una opinión diametralmente opuesta a la mía.

Una de las mayores dificultades que se presentan en estas situaciones es la falta de gracia para exponer las opiniones. Uno puede decir "bueno, supongo que no piensan lo que yo al respecto", pero pos ese tipo de cosas son mal vistas en una sociedad que apela tanto a nuestra naturaleza confrontacional como la nuestra. Entonces lo que hacemos muchas veces es decir lo nuestro dejando en claro que pensamos que la otra persona no sólo tiene una opinión "errónea", sino que además es un zopenco por tenerla.

Este tipo de cosas hacen la interacción más dinámica. Aquí se dan esos comentarios dirigidos a la yugular que hacen reír a transeúntes o a la persona a la que le estamos narrando con mucho gusto nuestro agandallamiento verbal (y psicológico) del prójimo.

Lamentablemente para algunos de nosotros en una conversación se mantiene un cierto ritmo, y es primordial respetar este ritmo para que no se torne el asunto algo aburrido y tedioso. Y por eso es que a veces, cuando uno resulta el agandallado, no es posible responder con alguna frase que establezca la zopenquez del interlocutor.

En estas ocasiones, muchas veces uno se va con las otras personas y les dice "me dieron ganas de decirle..." cuando les tiene uno mucha confianza, o uno miente y les cuenta "en ese momento le dije...", o bien uno, como Derek Zoolander, se queda con el coraje y la espinita y nunca dice nada, sufriendo la derrota "como los hombres" (nótese que el género no tiene nada que ver en cuestiones de aguantar o de agandallamiento, pero bueno).

Con el advenimiento de las redes sociales y sitios que nos permiten divulgar nuestras (pocas) frases profundas, no siempre es necesario lamentarse en silencio la lentitud en la réplica a aquel interlocutor gandalla, sino uno puede superar -muchas veces con demasía- la opinión tan ineptamente expresada de la otra persona.

Te sientas, abres el twitter o lo que sea, y simplemente escribes "Si usted fuera mi esposa, ¡me lo tomaría!" si por alguna razón eres un Primer Ministro del Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial y no supiste qué decirle a una señora que te quería envenenar en una cena.

De Laconia

Pos he tenido abandonado al pobrecito Refrigerio, pero tengo novedades por si alguien todavía planea leer esto.

Primero, estos fulanos de Blogger ya pusieron plantillas para celular, y debo decir que se ve bastante decente el blog (me refiero al diseño, no al contenido :P) en el celular.

Segundo, que traigo varias entradas atrasadas que nunca publiqué, pero primero que nada voy a poner una de los Simpsons ("Como en los Simpsons") y ya luego a ver cuál pongo, jaja.

Tercero, he notado que conforme convivo más con personas menos tengo esas ganas de escribir en el blog. Quizá siento que si ya le dije a una persona algo, no merece ser repetido o algo así. La explicación de ese fenómeno es algo digno de consideración.


Edit:
Cambié también la plantilla. Jaja.