viernes, enero 08, 2010

La No-Balada No-Romántica de Macareno Rodrigues

(Sí, con S).

Macareno Rodrigues era un genio con una misión: Hacer la mayor (y mejor) broma pesada que el mundo hubiera jamás visto.

Todo empezó cuando Macareno era un niño: las personas a su alrededor decían que las bromas eran de mal gusto, y que todo hombre serio jamás perdería tiempo en hacerlas.

Esto, como es de esperarse, creó una reacción en Macareno. Lamentablemente para las peronas que lo rodeaban, la reacción de Macareno -que en ese tiempo era un niño bastante obsesivo- llegó mucho más allá de lo que pudieran haber imaginado.

Creciendo como un niño retraído y generalmente perdido en sus pensamientos (y con el tiempo que esto provee), Macareno se dedicó a estudiar todas las grandes obras de divulgación de artes y ciencias en su tiempo. Estudió estilos de poesía, estilos de pintura; estudió lingüística, estudió todas las lenguas muertas; estudió matemáticas, estudió física; estudió todo lo que pudiera ser estudiado. Eventualmente, se decía Macareno, podría profundizar dichos conocimientos.

Con el tiempo, Macareno pasó de aquél niño retraído a un adolescente sociable: comenzó a crear una red de conexiones bastante amplia empleando el carisma que le había dado el saber qué decir en cualquier situación. Se distinguió por ser siempre un líder: alguien que en quien la gente confiaba y seguía a cada paso, y además haciéndolo con gusto. Una vez, un profesor -algo irritado por su absoluta confianza y dominio sobre sus compañeros- le preguntó cómo es que, si era tan listo, debía ir a la escuela; Macareno respondió: "Tengo que cumplir con obligaciones sociales, ¿a usted le contratarían sin tener un papel que acredite su capacidad?". El profesor, que no era lo particularmente brillante como para responder a una pregunta así, guardó silencio.

Para cuando Macareno era un adulto joven ya había estudiado seriamente todo lo que conoció cuando niño, y había logrado relacionarse con todo tipo de personas: personas ignorantes, personas con conocimiento, personas pobres, personas ricas. Los más sabios se daban cuenta de que había algo raro con Macareno, pero siempre optaban por dejarlo ser y dejarle ganar la simpatía de las personas. Macareno terminó su escuela preparatoria siendo celebrado por alumnos y profesores por igual, y decidió estudiar una carrera en física.

Los años de su universidad pasaron rápido, y Macareno había logrado -gracias a su genio tanto para la ciencia como para relacionarse con personas- ganar una pequeña fortuna. Las patentes de sus inventos y descubrimientos lo dotaban de una fuente de ingresos estable y podía dedicarse a lo que decía él que era sus intereses personales: la lingüística, la arquitectura, la escultura, entre otros.

Años después, en base a cientos de diseños suyos, y haciendo uso de su ahora enorme fortuna, Macareno mandó erigir cientos de monumentos y edificios en una región de su país con inscripciones en un lenguaje que él había diseñado; con extraños patrones que parecían carecer de cualquier sentido a las personas encargadas de plasmarlas en la roca. A los ingenieros les dejaban perplejos los extravagantes mecanismos que debían instalar debajo de los monumentos y edificios, pero seguían órdenes creyendo que era fruto del ocio de la persona que les había contratado.

Por fin, una obra de Macareno quedó realizada: una ciudad -para cualquier efecto práctico- se extendía hasta donde llegaba el ojo humano; edificios que asemejaban templos, casas y plazas con un estilo como nunca se había visto, complementados con cientos de monumentos con diseños increíbles pero extrañamente agradables a la vista, llenaban el panorama. El mundo se había volteado por un momento para dedicarle su atención a "La Ciudad Macareno" por un momento, pero -como es usual- se olvidó de ella al pensar que era sólo un capricho de un millonario excéntrico. A Macareno no le importaba esto en absoluto, de hecho lo que él quería era que la gente lo olvidara lo más pronto posible.

Fue en ese momento cuando Macareno decidió realizar su otra obra.

Con su gran preparación en física, que incluía un par de artículos revolucionarios en el área, Macareno trabajó por varios años en un laboratorio que tenía todos los instrumentos necesarios para realizar investigaciones en todas las ramas de la física ubicado junto a su ciudad. La gente se había acostumbrado al sociable Macareno, pero en ésta época de su vida Macareno se regresó a su naturaleza retraída y solitaria, pidiendo siempre trabajar sin asistentes en un proyecto que aseguraba que sería lo que causaría su desaparición, o su triunfo, o ambas.

Una mañana los trabajadores del laboratorio se encontraron con la nave que albergaba el área asignada para el proyecto de Macareno vacía. Pero todas las personas que entraban a ese lugar siempre mencionaban la sensación de que él estaba aún ahí.

Todo era nebuloso para Macareno. Había accionado el botón y se vió envuelto instantáneamente en un resplandor azul que lo dejó inconsciente. Cuando despertó, confuso pero ansioso, lo primero que hizo fue ver -con gran satisfacción y algo de sorpresa- un trabajo de excavación de los humanos que vivían tres mil años después de su obra.

Los humanos trataban de descifrar el extraño lenguaje que tapizaba los monumentos y edificios de aquella ciudad dormida que había, de un día para otro, brotado de la tierra para saludar al sol una vez más; y tratando de rescatar lo más posible de lo que bien podía ser su única esperanza de conocer la cultura humana que existía anteriormente a la guerra que había cambiado la faz de la tierra unos mil años antes, al tiempo que temían que fuera algún horror oculto que estaba destinado a levantarse para finalizar lo que no había logrado la guerra: terminar con la humanidad.

Macareno sonrió, y se reclinó en su silla mientras pensaba para sí mismo: "Ja, me siento tan...", para después enderezarse y, mientras un sudor frío le recorría la espalda, terminar el pensamiento:

"...vacío".

10 comentarios:

SD dijo...

Si a Macareno le gustaba la arquitectura, era gay.

Huxley dijo...

:o wow, la no balada es de su propia autoría?,o es la biografía de uno de sus heterónimos como dice Bruno Aaron,jaja?(que por cierto que interesante comentario el de Bruno, coincido con el no tanto por el hecho de que seamos personas con multiples personalidades si no que un seudónimo refleja características de nuestra propia individualidad o ideología o... locura jaja,lo cual a mi me parece bonito)

Huxley dijo...

auch!perdón por el pleonasmo del comentario anterior.
Y ya ve no es tan malo para la literatura, ya si no gana la medalla Fields o el premio del Instituto Clay, al menos aspira al Nobel... jajaja
(que me pasa yo nunca escribía tantos jaja)

Unknown dijo...

Pos no es que le haya gustado mucho la arquitectura por ser arquitectura, sino porque pos le gustaba saber de todo y más si tenía que ver con su plan.

Y sí, Huxley, yo me inventé todo el asunto (aunque seguro ha de haber historias similares mucho mejor contadas, jajaja). Traía la idea en la cabeza dede hace algunos días y anoche decidí escribirla de una vez. Es lo que pasa al traer algunas cervezas encima :P

Huxley dijo...

Al menos no consume laudano y/o opio para transladarse al "mundo feliz"que se construyó Macareno.
Y por cierto debería describir como eran esos humanos, y contestar varias cuestiones como
¿Qué paso con Macareno?¿Como eran esos humanos?¿eran canibales?¿se comieron a Macareno?¿tenían forma simiesca?¿era una sociedad esclavizada mentalmente?¿era una sociedad dominada por sus bajas pasiones?... Jajaja seguramente resolveria esta dudas en una segunda parte (con mis preguntas taaaan "originales"jajaja:D):P espero no arrepentirme de haber escrito esto ...jaja
Y no me imaginaba que usted tomará con frecuencia.
¿Es de esas personas que se ponen como se dice en el argot mexicano "hasta atras" o "pedo" fácilmente?

Unknown dijo...

Ufff. Muchas preguntas, jaja.

No creo poner muchos detalles sobre el mundo del futuro, eso sí. Como que no es el chiste del cuento, je.

Y, bueno, no, no tomo frecuentemente. Unos tragos cada mes o dos, salvo ocasiones especiales, jaja (que no hay muchas de esas, eso sí). Nada que pueda poner en peligro a mi hígado, jaja.

Ah, y en realidad prefiero que las personas se dirijan a mí de "tú" más que de "usted". Nomás digo :P

Anónimo dijo...

La verdad que està muy bien este relato de Macareno, en serio deberìas de enviarla a algùn concurso de cuento corto seguramente te ganas el premio, coincido en que se quede asì la historia sino pues pierde originalidad.

SD dijo...

Ja, son como los fósiles de dinosaurios, cada que encuentran uno es una especie nueva, qué tal era un Quasimodo de los dinosaurios?

Tevi dijo...

Jajaj, ¿por qué siempre pones nombres graciosos? XD
Me encantó! Yaaa!
Descubrimos el escritor que llevas dentro.. uyyyyy! X3

Unknown dijo...

¿Eh? ¿Quién era el Quasimodo?

Lo de los nombres vaciados es porque me ciño a mi política de ir leyendo y el primer sustantivo que no esté tan obsceno con el que me tope ¡zas! Es el nombre, y luego el apellido.

Tiene la ventaja de que casi nunca dan nombres de personas o personajes :P