Kane & Lynch: Dead Men estuvo sorprendentemente entretenido, a pesar de aquél escándalo de Gamespot. Me esperaba un bodrio inmundo, francamente.
Aunque Kane pareció niñita durante todo el bendito juego, lloriqueando que sólo importaba lo que a él le importaba. Bastante antipático el fulano.
Pero al menos estuvieron chidos los niveles del edificio ese en Japón y del banco al que se meten, entre otros.
Ya se me acabó la inspiración :P