Pero quizá no saben que eso de desternillarse quiere decir romperse las ternillas --y una ternilla no es otra cosa que un cartílago. En esta expresión se refiere principalmente a las de la caja torácica (costillas, esternón, columna) y hace alusión al movimiento ese medio loco que nos agarra cuando nos reímos mucho.
Me considero una persona que se ríe con facilidad (a pesar de que siempre ando con mi pinche carota). No me pongo demasiado exigente para reírme, pero he notado que soy más sensible a ciertas cosas, como lo son: cosas sorpresivas, cosas ingeniosas, groserías.
He leído que existen un montón de estrategias (estilos, les dicen) para decir y escribir cosas que le causen gracia a la gente, y he leído sobre algunas de ellas (principalmente para poder darme cuenta de qué específicamente es lo que me hace reír). Me he topado con cosas bieeen mafufas y muchos conceptos literarios que vienen desde los griegos y cuanta cosa.
El chiste es que así a veces disfruto más las bromas que leo o escucho. Y si de por sí me boto de la risa con facilidad, pues más. Ya lo he mencionado, pero una vez hasta me vomité de la risa (nunca me he orinado o algo así... aún). Han habido más veces en las que me salen lágrimas de la risa, y todas involucraron un dolor intenso abdominal y de pecho.
Hace unos minutos fue una de ellas.
Pocas cosas llaman más la atención de las personas que burlas ingeniosas de algún objeto. Un ejemplo (aunque no muy ingenioso que digamos) que quizá conozcan es ese programa que pasan (o pasaban, llevo 4 años sin tele y lo poco que la veo cuando voy a Coatza veo
En fin, la cosa es que ese tipo de programas ganan popularidad en la medida del ingenio del protagonista en cuestión. Claro que hay diferentes personas y lo que le puede parecer ingenioso a una puede no parecerle a otra. También hay diferencias en gustos, por lo que -por más ingeniosa que sea la burla- si el objeto burlado no le interesa al público, la burla no les causará gracia.
Además de esto de las burlas hay los insultos. Los insultos -justificados o no- tienen también cierto grado de atractivo para el público general. Combinen las dos y tienen una potencial bomba.
Al menos para alguien tan estúpido como yo, claro.
No sorprende, entonces, que haya disfrutado plenamente -por ejemplo- estas estupideces, reseñadas ya hace como dos años en este bodrio, o las sandeces que encuentra uno en esta otra página.
El primer ejemplo me atrae porque hace referencias cosas que me son familiares. Y el segundo porque en mi opinión así es como sería yo si no me reprimiera tanto (obviamente no con los mismos intereses, más bien me refiero a la agresividad y obscenidad).
¿Qué creen que pasaría si alguien mezclara entonces un poco de nerdismo en videojuegos, ingenio y cantidades impresionantes de insultos?
Uno obtendría esta abominación.
Las reseñas del AVGN (antes ANN) están en inglés, pero pues si juegan cosas antiguas deben saber o inglés o japonés... y yo no sé japonés, pero le hago al baboso con el inglés. Dichas reseñas son bastante divertidas (para mí, al menos) y -como mencioné hace unos párrafos- me hizo sacar lágrimas de risa al mismo tiempo que el dolor en mi cuerpo se incrementaba. Simplemente fue demasiado. Ahora son las 4 de la pinche mañana y no puedo dormir (siendo que me iba a dormir a la una) por la pinche gracia que me causaron sus pinches reseñas pinches. Pinches.
Bueno... me eché todo el rollote para terminar en esta basura (para variar), pero si les interesan los juegos y se consideran a sí mismos nerds, deben checarlo YA.
Ah... hablando de inglés, tengo que contar lo que me pasó cuando fui a hacer ese estúpido examen. Luego lo escribo.