Griegos, átomos, ladrillos y la decadencia intelectual.
Demócrito fue un señor que, dicen, vivió en Grecia hace muuucho tiempo. Este señor era un filósofo natural, es decir, buscaba, o investigaba propiedades o leyes que rigieran la naturaleza; tenía un cuate que se llamaba Leucipo, y entre los dos propusieron que todo está hecho de unas partículas indivisibles e indestructibles a las que llamaron "atomos" (palabras más, palabras menos, claro está). Además de esto, ese señor se reía de todo y tenía unas ideas muy interesantes sobre las sensaciones que se pueden registrar, pero eso no es lo que nos interesa por el momento.
Al afirmar que todo se forma de partículas, establece la postura analítica: dividir algo en subpedazos hasta llegar a lo básico, a lo irreducible. Sacando del plano material esta postura, observamos que nuestra vida está “dividida” por eventos, cada uno con sus propias características, y la importancia que nosotros le damos. Afortunadamente, un evento no es algo simple, ni se encuentra definido por alguna palabra. No es claro decir “fue un evento feliz”, por ejemplo. Esa frase lo resume, pero no da muestra de las imágenes, sonidos y pensamientos que causaron la selección de la palabra “feliz”.
Debido a esta diversidad de contenido en cada evento, podemos crear una infinidad de descripciones para un simple segundo, si somos lo suficientemente dedicados a la tarea. Sin embargo, y regresando de las abstracciones, a las personas no les interesa por lo general qué sentimos -o qué pensamos- en tal o cual momento, por lo que uno escoge por seleccionar las partes que sean más importantes, o llamativas. Todo sea con tal de captar la atención del interlocutor (si nos interesa, por supuesto).
El nombre de esta sección, ladrillos, es motivado por la similitud entre ellos y los “atomos” mencionados anteriormente. Pero los ladrillos no sólo serán exclusivos del autor; serán informativos sobre los eventos que ocurren en varias esferas, como tecnología, ciencia, política y miscelánea, y la relevancia para el lector que tienen estará en función -por supuesto- del lector.
Abriremos esta sección con un tema de poca controversia, y posiblemente poca relevancia para el público objetivo del nahual: las consolas (de juegos).
Las personas de aproximadamente 28 años para abajo -de nuestro país y de zonas urbanas, al menos- de una u otra forma recuerdan haber interactuado con algún tipo de juego de video. Ya sea porque alguien se lo contó, porque lo vieron, o porque lo jugaron. Lo usual es que -para los más grandes- haya sido alguna “maquinita” de esas de la tienda de la esquina, y para los más chicos alguna consola (Super Nintendo, Playstation, cosas así).
Si se está a favor o en contra de las consolas, es una cuestión personal. Hay personas que disfrutan mucho de ellas, hay personas que no les hacen caso, y hay personas que las aborrecen. Los factores que influyen por lo general son: la afición por los juegos, no tener tiempo para dedicarse a ellos, tener una postura anticonsumista radical, o de plano ser un parásito.
Realizando una revisión rápida encontramos que actualmente la consola más reciente en el mercado es la XBOX 360, de Microsoft. Y le seguirán el Wii, de Nintendo, y el Playstation 3, de SONY.
¿Y qué? ¿a dónde queremos llegar? ¿Vamos a poner fotos de juegos, o qué? No, no pondremos fotos de juegos (no en esta entrada, al menos). La discusión en este caso es sobre tecnología y sobre el impacto social que tienen esos aparatitos que tanto molestan a los padres de familia (de más de 28 años).
Hace algún tiempo las computadoras personales no tenían capacidad para dibujar, por ejemplo, escenas en tres dimensiones complejas. Difícilmente podían dibujar un cubo que girara. La mayor parte de la industria de los juegos de video, depende de los efectos visuales para medrar. Cierto es que también se fijan en cosas como el modo de juego, los periféricos que se usarán, etc. pero un factor que es importante desde hace al menos 10 años son las gráficas de los juegos. Por ello la tecnología hubo de ampliarse, concibiendo transistores reducidos, procesadores más rápidos, y demás.
Ahora se ha llegado a un punto en el que las gráficas -para algunos usuarios- son lo “suficientemente buenas”, y para otra sección del mercado no lo son. Esta dicotomía está fragmentando a las consolas de esta generación: por un lado tenemos al Wii, que tendrá (por lo visto) las gráficas más débiles de las tres consolas, un esquema de controles muy distinto a las otras dos y el precio drásticamente más bajo; por otro al Playstation 3 que (también por lo visto) tendrá cierto margen por encima de las otras dos en términos de gráficas; y a la XBOX 360, “como un Playstation 3, pero ligeramente menos fuerte en gráficas, pero más barato, aunque no tanto como el Wii”.
Es claro que para el primer tipo de usuarios la selección será el Wii, y para la segunda pues está por verse, aunque lo más probable dados los precios será la XBOX 360.
La posible supremacía del Wii estará dada principalmente por a) el control y b) el precio, y es aquí donde entra el impacto social de las consolas: ¿Qué es más importante para el usuario? La elección que hagan refleja una parte de su mentalidad. Si les importa más la forma y lo espectacular, o la esencia de los juegos: la diversión.
Además del impacto social, y para finalizar, está el impacto económico: ¿cuánto dinero está dispuesto a gastar alguien en estos tiempo por uno de estos aparatos? El dinero no crece en los árboles, y la economía no anda bien que digamos (y no lo será en un buen rato, si no es que nunca).
El hecho de que alguien gaste en una consola implica que esa persona tiene la solvencia para sufragar el pago, o que anda mal en la asignación de sus prioridades. No se trata sólo de consumir, no todo lo nuevo quiere decir mejor.
Así que, estimado lector, si es de los desafortunados que por alguna razón tiene que comprar una consola, piénselo bien. ¿Qué le importa más: sustancia, esencia, o una mezcla de las dos?
2 comentarios:
VALLA me parece buena entrada aunque muchos esten en contra yo te apoyo porque me parece bueno tienes talento y felicidades por la antiguedad.
pues yo soy nuevo en esto del bloggeo
¿Te parecen buenas las consolas, o cómo?
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