Tengo la costumbre de andar casi constantemente marcando ritmos con mis pies y mis manos, como si anduviera con una batería imaginaria. Víctor es el único loco que conozco que hace eso también (aunque debe haber más personas así).
Cuando iba en la prepa algún compañero me preguntó que por qué hacía eso. Le dije que porque me gustaba, pero -cuando pensé en ello- me dí cuenta de que podía extraer más cosas que el simple gusto de hacerlo: podía desarrollar coordinación entre mis extremidades, y ejercitarlas aunque fuera tantito --por poner ejemplos (malos).
Curiosamente, esta manera de ver las cosas admite generalizaciones; y fue así como en un ratito mi enfoque hacia mis actividades diarias cambió de manera drástica: las cosas que hacía me servían como entrenamiento. Las que hacía porque no tenía más remedio eran entrenamiento para que no fueran hechas en vano (además del entrenamiento inherente a la actividad), y las que hacía porque disfrutaba hacerlas eran entrenamientos para sacarles aún más jugo, y hacerlas más placenteras.
¿Entrenamiento para qué? Para quién sabe. "Para quién sabe", en efecto. Quién sabe si algún día voy a usar algo, así que quizá estoy perdiendo tiempo y esfuerzo.
Pero yo digo que uso todo, todo el tiempo.
Nomás que todavía me falla eso de aprovecharlo. Ahí de a poquitos.
martes, noviembre 27, 2007
Entrenamiento
Etiquetas:
Narraciones,
ñoñerías
martes, noviembre 13, 2007
Santa Clós
Una vez, cuando era chico, en una carta para ese ficticio señor escribí el saludo: "Queridos Santa Claus:".
Lo puse en plural porque me pareció natural suponer que, si terminaba en s el nombre que le ponían, debía ser consistente el saludo. Ríanse.
Cuando era chico mis papás me compraban juguetes en esas épocas. Recuerdo que lo que más pedía -y recibía- eran carros con control remoto. Lo malo de esto es que tenía una absurda tendencia a jugar unos días (a veces menos) con ellos, y después abrirlos para ver qué tenían adentro, y después dejarlos así todos desarmados. Lo que es no tener la capacidad de concentrarse en algo (para haberlos armado de nuevo).
Pero no es eso lo que quería expresar en esta entrada, más bien quería enfatizar este asunto de las fechas y épocas "importantes", y un poco mi (falta de) participación en ellas.
Primero están las observaciones obvias: muchas están instituidas oficialmente y, bueno, eso las distingue de manera objetiva -aunque sigan siendo arbitrarias. Pero hay otras que no, y esas son sobre las que la gente muchas veces protesta.
Y a veces protesta porque a muchos animales les gusta andar comprando guangadas. Pero molesta más porque es en esas fechas. Ajá.
Aquí hay una especie de esquizofrenia colectiva: hay fechas que -según he leído- no han sido motivadas por el consumo, pero que han sido aprovechadas por las empresas, y no son tan mal vistas; y hay otras que -según he leído- no han sido motivadas por el consumo, pero que han sido aprovechadas por las empresas, y y sí son mal vistas (me gusta hacer eso de poner dos veces lo mismo pero con pequeñas diferencias al final para dar un efecto más "¬¬").
La Navidad (creo que va con mayúscula) entra en la primera. Y el ese "día de San Valentín" en la segunda (aclaro que me limito a las personas que puedo observar más o menos de cerca).
Muchas personas que yo conozco pues son así medio listas y se dan cuenta de que las grandes corporaciones y todos esos se quieren aprovechar de ellos haciéndoles comprar cosas que son inútiles en casi cualquier métrica (remarco que el 'inútiles' no es lo mismo que 'innecesarios'), y no caen en ese "juego perverso", pero aun así se van y festejan la navidad porque pues es un día para estar con la familia o con los amigos o con el perro o con quien se deje. Pero a algunos (me atrevo a decir que la mayoría, aunque eso es irresponsable... y por lo tanto propio de mí) si les hablo de aquél otro día no mames soy un subhumano descerebrado sometido completamente al dominio del imperio del mal, sin siquiera considerar que aquél otro día puede tener otro significado para mí que sólo comprar chingaderas y salir con alguna(s) nena(s).
No hay que distraerse: no estoy diciendo que en efecto no soy un subhumano, simplemente que su postura me parece inconsistente.
Y, por lo que pueda valer, no soy de los que suelen participar en los días festivos (nacionales o extranjeros, por si les interesa). Sí, algunos sí los festejo pero es principalmente porque me están diciendo "anda, ven" o "anda, háblale a tal o cual persona", o porque se da por entendido que debo festejar y si no lo hago pues las consecuencias pueden ser menos que placenteras. Sigue un pequeño paréntesis:
Cuando iba en la secundaria, recuerdo, se estilaban hacer como buzones o un servicio postal interno de la escuela y lo repartían no recuerdo si en aquél otro día o fechas cercanas, y el chiste es que luego me mandaban a mí (¡¡a mí!!) cartas de esas de "me gustas" o equivalentes, pero anónimas. Como era un ojete (y jamás había experimentado el amor ¡aaaay! Jajajajajaja) en aquel entonces, obviamente me rehusaba a ponerles atención y me ponía rudo. Después -como se imaginarán- dejaron de llegar cartitas. Supongo que hubiera sido interesante que algún día hubiera llegado una chava no-anónima (bonita de preferencia :P) y me diera o dijera algo. Hablando de frustraciones, ja.
Regresando: sí me gustan -a veces- las fiestas y echar relajo. Sólo que hay fechas en las que presento resistencia, como aquél otro día. O el tan famoso Halloween. No tanto porque piense que "¡¡¡puuuuta cómo voy a participar en esa abominación, si yo soy más mexicano que elmaíz (o lo que les guste)!!!", sino porque... pues... eso de los disfraces se me hace una mamada.
Lo que me lleva al punto al que iba a llegar antes de distraerme: En esas fechas festivas la única falla que ven a veces en la gente es esa. Que se pone festiva. Y que ponerse disfraces es ridículo y tonto. Y que el amor no existe :P
La cosa aquí es que volvemos a lo del consumo: para hacer una fiesta es útil (necesario, si quiere) bebidas, comida y cosas así. Pero eso involucra comprar y todo. Lo mismo si la ocasión "requiere" regalos.
Hasta aquí yo creo que alguien razonable diría "Bueno, pues si se trata de divertirse cualquier día es bueno, nomás no exagerar (y como comentario social responsable) ni olvidarse de nuestras tradiciones y etc.". Aunque no puedo evitar pensar que hay personas que dirán "noooo no mames si te sumas a una fiesta o algo ese día eres un bodrio". Espero que no.
Aquí me enfoqué en eso del consumismo, pero también está la línea de "porrrque no es mexicano, chingao", que suele ser tan mal usada como esta (obviamente hay gente inteligente que dice cosas pues... inteligentes, pero muchos nomás se quedan en lo que está entre comillas). Pero ésa esss ooootra histooooria.
Fíjense, toda esta parte la pude haber puesto como "el chiste es echar desmadre pero sin abusar, no se anden con mamadas".
Lo puse en plural porque me pareció natural suponer que, si terminaba en s el nombre que le ponían, debía ser consistente el saludo. Ríanse.
Cuando era chico mis papás me compraban juguetes en esas épocas. Recuerdo que lo que más pedía -y recibía- eran carros con control remoto. Lo malo de esto es que tenía una absurda tendencia a jugar unos días (a veces menos) con ellos, y después abrirlos para ver qué tenían adentro, y después dejarlos así todos desarmados. Lo que es no tener la capacidad de concentrarse en algo (para haberlos armado de nuevo).
Pero no es eso lo que quería expresar en esta entrada, más bien quería enfatizar este asunto de las fechas y épocas "importantes", y un poco mi (falta de) participación en ellas.
Primero están las observaciones obvias: muchas están instituidas oficialmente y, bueno, eso las distingue de manera objetiva -aunque sigan siendo arbitrarias. Pero hay otras que no, y esas son sobre las que la gente muchas veces protesta.
Y a veces protesta porque a muchos animales les gusta andar comprando guangadas. Pero molesta más porque es en esas fechas. Ajá.
Aquí hay una especie de esquizofrenia colectiva: hay fechas que -según he leído- no han sido motivadas por el consumo, pero que han sido aprovechadas por las empresas, y no son tan mal vistas; y hay otras que -según he leído- no han sido motivadas por el consumo, pero que han sido aprovechadas por las empresas, y y sí son mal vistas (me gusta hacer eso de poner dos veces lo mismo pero con pequeñas diferencias al final para dar un efecto más "¬¬").
La Navidad (creo que va con mayúscula) entra en la primera. Y el ese "día de San Valentín" en la segunda (aclaro que me limito a las personas que puedo observar más o menos de cerca).
Muchas personas que yo conozco pues son así medio listas y se dan cuenta de que las grandes corporaciones y todos esos se quieren aprovechar de ellos haciéndoles comprar cosas que son inútiles en casi cualquier métrica (remarco que el 'inútiles' no es lo mismo que 'innecesarios'), y no caen en ese "juego perverso", pero aun así se van y festejan la navidad porque pues es un día para estar con la familia o con los amigos o con el perro o con quien se deje. Pero a algunos (me atrevo a decir que la mayoría, aunque eso es irresponsable... y por lo tanto propio de mí) si les hablo de aquél otro día no mames soy un subhumano descerebrado sometido completamente al dominio del imperio del mal, sin siquiera considerar que aquél otro día puede tener otro significado para mí que sólo comprar chingaderas y salir con alguna(s) nena(s).
No hay que distraerse: no estoy diciendo que en efecto no soy un subhumano, simplemente que su postura me parece inconsistente.
Y, por lo que pueda valer, no soy de los que suelen participar en los días festivos (nacionales o extranjeros, por si les interesa). Sí, algunos sí los festejo pero es principalmente porque me están diciendo "anda, ven" o "anda, háblale a tal o cual persona", o porque se da por entendido que debo festejar y si no lo hago pues las consecuencias pueden ser menos que placenteras. Sigue un pequeño paréntesis:
Cuando iba en la secundaria, recuerdo, se estilaban hacer como buzones o un servicio postal interno de la escuela y lo repartían no recuerdo si en aquél otro día o fechas cercanas, y el chiste es que luego me mandaban a mí (¡¡a mí!!) cartas de esas de "me gustas" o equivalentes, pero anónimas. Como era un ojete (y jamás había experimentado el amor ¡aaaay! Jajajajajaja) en aquel entonces, obviamente me rehusaba a ponerles atención y me ponía rudo. Después -como se imaginarán- dejaron de llegar cartitas. Supongo que hubiera sido interesante que algún día hubiera llegado una chava no-anónima (bonita de preferencia :P) y me diera o dijera algo. Hablando de frustraciones, ja.
Regresando: sí me gustan -a veces- las fiestas y echar relajo. Sólo que hay fechas en las que presento resistencia, como aquél otro día. O el tan famoso Halloween. No tanto porque piense que "¡¡¡puuuuta cómo voy a participar en esa abominación, si yo soy más mexicano que el
Lo que me lleva al punto al que iba a llegar antes de distraerme: En esas fechas festivas la única falla que ven a veces en la gente es esa. Que se pone festiva. Y que ponerse disfraces es ridículo y tonto. Y que el amor no existe :P
La cosa aquí es que volvemos a lo del consumo: para hacer una fiesta es útil (necesario, si quiere) bebidas, comida y cosas así. Pero eso involucra comprar y todo. Lo mismo si la ocasión "requiere" regalos.
Hasta aquí yo creo que alguien razonable diría "Bueno, pues si se trata de divertirse cualquier día es bueno, nomás no exagerar (y como comentario social responsable) ni olvidarse de nuestras tradiciones y etc.". Aunque no puedo evitar pensar que hay personas que dirán "noooo no mames si te sumas a una fiesta o algo ese día eres un bodrio". Espero que no.
Aquí me enfoqué en eso del consumismo, pero también está la línea de "porrrque no es mexicano, chingao", que suele ser tan mal usada como esta (obviamente hay gente inteligente que dice cosas pues... inteligentes, pero muchos nomás se quedan en lo que está entre comillas). Pero ésa esss ooootra histooooria.
Fíjense, toda esta parte la pude haber puesto como "el chiste es echar desmadre pero sin abusar, no se anden con mamadas".
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